La primera vez que Cristian Rodríguez, propietario de Café Tío Juan en Comayagua, experimentó con el proceso natural de café fue por accidente. Durante una cosecha, la tubería que abastecía de agua al molino se rompió, impidiéndole realizar el proceso convencional. Sin opciones inmediatas, decidió colocar las cerezas de café directamente en el lecho de secado sin despulpar. Para su sorpresa, el resultado fue un café de sabor único que encantó a su esposa, quien lo declaró su favorito. Este descubrimiento inesperado marcó un antes y un después en su visión de negocio, abriendo paso a la creación de cafés con perfiles de sabor excepcionales que hoy satisfacen las demandas de los mercados internacionales.
Cristian es un productor de café de la región de Montecillos, y junto a su familia, ha trabajado arduamente para consolidarse en el competitivo sector del café. A través de su finca, denominada “Tío Juan,” ha sabido enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que la caficultura ofrece, destacándose por su compromiso y dedicación en cada etapa de la producción.
Sus fincas están ubicadas a una altura que oscila entre los 1,500 y los 1,760 metros sobre el nivel del mar, un rango óptimo que contribuye a la calidad y el perfil de sabor de sus granos. En estas tierras, Cristian ha cultivado una variedad diversa de cafetos, incluyendo Ihcafe 90, Borbon rojo, Catuaí amarillo, Geisha, SL28, Obata amarillo y rojo, y Anacafé 14, todas con características únicas que enriquecen su oferta.
La producción de la finca no solo abastece su cafetería y el mercado local, sino que también llega al mercado de exportación, permitiéndole posicionar su café en una industria competitiva. Sin embargo, como muchos otros productores hondureños, Cristian nos comenta que enfrenta diversos desafíos significativos, uno de ellos es la comercialización interna de su café, donde la volatilidad de los precios surge como una constante preocupación cada nueva cosecha de café.
Problematicas en la región
Uno de los problemas más críticos que enfrenta la caficultura en la región es la falta de mano de obra, una situación que ha empezado a afectar las operaciones de la finca y que en es un problema generalizado no solo en el pais, si no tambien en otros países productores de Centro América, ocasionado principalmente por la migración hacia Estados Unidos de Norte América y España. A esta problemática se suma la variabilidad climática, que ha alterado los ciclos de cosecha y ha incrementado las plagas y enfermedades en los cafetales. La suma de estos factores no solo aumenta los costos de producción, sino que también exige una adaptación constante en las prácticas agrícolas para mitigar sus efectos.
¿Cómo hacer frente a estos desafíos?
Para hacer frente a estos desafíos, Cristian considera que es necesario que las políticas gubernamentales en Honduras se enfoquen más en apoyar a los caficultores, tomando como referencia el ejemplo de Colombia. Allí, la Federación Nacional de Cafeteros no solo regula el mercado, sino que ofrece apoyo técnico y financiero a los productores, manteniendo la estabilidad del sector y protegiendo a los caficultores de las fluctuaciones del mercado. Cristian cree que una estructura similar en Honduras podría permitir a los pequeños productores mejorar su rentabilidad y tener un mayor control sobre su producto.
En su finca, Cristian ha comenzado a implementar estrategias innovadoras para mejorar su rentabilidad y sostenibilidad. Ha decidido reducir la venta de café como materia prima, transformándola y dándole valor agregado para comercializar un producto terminado. Esto le permite capturar mayor valor en la cadena de comercialización y abrir nuevas oportunidades de mercado. También ha iniciado prácticas de sostenibilidad como el aumento de sombra en sus cafetales y la eliminación del uso de pesticidas y herbicidas, comprometiéndose con la conservación y el cuidado del ambiente, así como de sus colaboradores.
Sobre la Regulación Europea contra la Deforestación
Por otra parte, La Regulación Europea contra la Deforestación es un tema que ha llegado a oídos de Cristian, quien, aunque considera que no tendrá un impacto directo en sus ventas, entiende que el futuro del mercado internacional se está orientando hacia prácticas más sostenibles y responsables, y que sin lugar a duda habrá que ajustarse a las regulaciones internacionales para poder sobrevivir en una industria dominada por las grandes corporaciones multinacionales.
La historia de Cristian y Café Tío Juan es un reflejo de los desafíos y cambios que enfrenta la caficultura hondureña en la actualidad. Desde la adaptación a condiciones climáticas cambiantes hasta la necesidad de políticas de apoyo efectivas, los caficultores como Cristian están encontrando formas de innovar y adoptar prácticas sostenibles. Con un enfoque hacia la producción con valor agregado y un compromiso con el medio ambiente, Café Tío Juan se posiciona como un ejemplo de cómo los productores locales pueden avanzar y prosperar, aún frente a un entorno desafiante.